La diferencia de presión es lo único que acelera el viento. Cuanto más rápido cambie la presión de un punto a otro, mayor será la velocidad del viento. Todas las demás fuerzas (por ejemplo, la fricción) solo reducen la velocidad del viento o cambian su dirección.
El viento sería perpendicular al isobar si la Tierra no fuera esférica ni girara sobre su eje. Sin embargo, todos los objetos en movimiento, incluido el viento, están sujetos a la influencia del efecto Coriolis.
Este efecto desvía el viento de la línea normal con un determinado ángulo. En el hemisferio norte el viento rota en sentido horario (hacia la derecha) con respecto a la dirección de movimiento mientras que en el hemisferio sur lo hace en sentido contrario (hacia la izquierda).
Dado que la fricción entre el aire y el mar es menor, el viento se desvía más en estas zonas. Por lo general, el ángulo es de 40-50 sobre la tierra y puede alcanzar los 70-80 sobre el mar. Llegado un momento, el viento sopla prácticamente en paralelo al isobar.